Sustrato

Un componente importante es el sustrato que se va a agitar y sus propiedades. Estas influyen en la elección del agitador adecuado, sus revoluciones y la potencia necesaria del motor. El contenido de materia seca (contenido de MS) o la viscosidad, entre otros, proporcionan información sobre la fluidez del sustrato. En el caso de medios agresivos, por ejemplo, es necesario utilizar componentes de acero inoxidable en el agitador, ya que de lo contrario se pueden producir daños en el mismo. Las fibras largas requieren protección adicional contra daños causados por la abrasión. Todos estos factores deben tenerse en cuenta. Por lo tanto, es importante analizar con precisión lo que se está agitando:

  • ¿De qué tipo de sustrato se trata? (Maíz, estiércol, aguas residuales, etc.)
  • ¿El método de alimentación es líquido o seco?
  • ¿Cuál es la cantidad de alimento y sus intervalos?
  • ¿Con qué frecuencia hay que remover el sustrato?
  • ¿Cuál es el contenido de materia seca?
  • ¿Cuál es el valor de pH?
  • ¿Cuál es la viscosidad?
  • ¿Cuál es la longitud de las fibras?
  • ¿Cuál es la temperatura del sustrato?
  • ¿Cuál es la densidad del sustrato?

A partir de los requisitos definidos se pueden definir los tipos de agitadores y sus variantes. Un gran número de fabricantes ofrecen una amplia gama de tipos de agitadores y pueden ayudar a elegir los agitadores adecuados y el material apropiado en función de las propiedades del sustrato.

Los agitadores más comunes y utilizados en la práctica son los agitadores sumergibles, los agitadores de varilla y los agitadores centrales. Además, existen otros tipos de agitadores, como los agitadores de paletas, los agitadores de eje largo y los agitadores de bobina, o la posibilidad de agitación hidráulica.