El biogás es una fuente de energía que se obtiene a nivel regional a partir de materias primas renovables. Entre ellas se encuentran el estiércol y los residuos vegetales, así como las plantas energéticas renovables. El gas regenerativo se genera en diferentes etapas de la planta de biogás como resultado de los procesos de fermentación de las «materias primas verdes». El gas combustible resultante se recoge y puede utilizarse.
El trasfondo de la producción y el uso de biogás es, sobre todo, que se trata de una fuente de energía regenerativa o renovable. Sin embargo, históricamente, hasta finales del siglo 20., los combustibles fósiles eran demasiado baratos como para despertar el interés por el biogás. No fue hasta después de las crisis energéticas y petroleras cuando este tipo de producción de energía empezó a ganar importancia. Con la ayuda de decisiones políticas como la Ley de Alimentación de la Red Eléctrica o la Ley de Energías Renovables (EEG) de 1991, se sentaron las bases para la producción de biogás, que se remuneró por separado.
