ATEX

ATEX es un sinónimo muy extendido de las directivas ATEX de la Unión Europea. El término ATEX proviene de la abreviatura francesa de ATmosphères EXplosibles. La directiva engloba actualmente dos directivas en el ámbito de la protección contra explosiones, a saber, la Directiva de productos ATEX 2014/34/UE (relevante para nosotros como fabricantes) y la Directiva de empresas ATEX 1999/92/CE (relevante para el operador de la instalación).

Para que se produzca una explosión, deben reunirse tres componentes: una sustancia inflamable en forma finamente dispersa, oxígeno y una fuente de ignición. Estos componentes pueden representarse como el llamado «triángulo de explosión». Una explosión no puede tener lugar si falta uno de estos tres componentes. Por lo tanto, existen tres enfoques principales para garantizar la protección contra explosiones:

  1. Evitar o contener la fuente de ignición.
  2. Evitar las sustancias inflamables en forma explosiva
  3. Inertización (desplazamiento del oxígeno)

De las 13 fuentes de ignición, las que nos afectan principalmente son las superficies calientes, las descargas eléctricas y las chispas generadas mecánicamente.