En 2019 se dio luz verde a la construcción del nuevo salón de actos, que se terminó en otoño de 2020.
El nuevo edificio hizo que ya no fuera práctica una alimentación adicional independiente. De ahí la necesidad de una estación transformadora independiente. La nueva nave también se equipó de nuevo con energía fotovoltaica (211 kWp). Con el crecimiento de la empresa, también ha aumentado la demanda de electricidad. La nueva nave también se calienta con energía geotérmica, que también requiere mucha electricidad.
Un sistema de almacenamiento comercial es la consecuencia lógica para almacenar temporalmente la energía generada por el sistema fotovoltaico.
En conjunto, el sistema debería cubrir el consumo anual de electricidad.
El edificio también alberga nuevas salas de reuniones y oficinas, así como la cantina de la empresa CASUMA. La cantina sirve todos los días comida fresca, regional y de temporada para empleados y visitantes.
El concepto energético de SUMA se centra en la sostenibilidad.
La protección del medio ambiente está profundamente arraigada en la orientación básica de nuestra empresa. Los productos SUMA se utilizan allí donde se reutilizan materiales residuales: cuando se produce biogás, se tratan y depuran las aguas residuales o se utiliza estiércol líquido para abonar los campos. Además de la orientación económica, la consideración de criterios ecológicos es decisiva en nuestra empresa. Consideramos la protección de las personas y el medio ambiente a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. Un entorno de producción agradable y saludable y la conservación de los recursos mediante procesos de producción respetuosos con el medio ambiente son tan importantes para nosotros como la seguridad y la rentabilidad de nuestros productos.
En 2012, instalamos un sistema fotovoltaico de casi 300 kWp para inyectar el excedente de electricidad a la red. El objetivo en aquel momento era compensar las crecientes necesidades de electricidad de las máquinas de procesamiento. Alrededor del 40 % de la energía generada se vertió a la red.
Los más de 90 vehículos eléctricos proporcionados a nuestros empleados como coches de empresa requieren mucha electricidad.
Nuestros empleados cargan sus coches eléctricos en el aparcamiento de la empresa. Hay un total de 47 estaciones de carga disponibles. También en este caso, la electricidad es producida por nuestro propio sistema fotovoltaico. La electricidad procedente de energías renovables hace de la e-movilidad un concepto global coherente. La movilidad eléctrica forma parte de una lista de medidas ecológicas internas.
Los empleados y visitantes disponen de bebidas gratuitas en dispensadores de agua. El material de embalaje se fabrica siempre que es posible a partir de materias primas renovables. El uso de plástico se ha reducido al mínimo. También hemos sustituido artículos desechables como las toallas de papel por toallas de tela o secadores de manos.
Apoyamos proyectos medioambientales como la iniciativa de plantación de árboles «Plant for the planet» con donaciones económicas.
Otra contribución de SUMA al medio ambiente es el colorido esplendor floral de las instalaciones de la empresa. Los prados de flores silvestres no sólo son hermosos a la vista, sino que también contribuyen enormemente a la conservación de muchos insectos y especies vegetales.
Nuestro enfoque demuestra de forma impresionante que la protección del medio ambiente no está reñida con la acción social y el éxito económico.